¿Dónde quedó nuestra seguridad intelectual?
Reflexión sobre la comunicación social actual en Venezuela y la relación con el estado de la lengua.
Reflexión sobre la comunicación social actual en Venezuela y la relación con el estado de la lengua.
El título de este ensayo puede despertarnos una intriga. Pues preguntarnos, ¿de quién depende que nuestro conocimiento e intelecto se mantenga lo más cerca posible de la verdad?, nos abre la mente hacia diversas respuestas. Podemos decir que en primer lugar depende de nosotros mismos, por el interés que tengamos de obtener conocimientos. Pero ahora bien, ¿Qué sucede cuando tenemos el interés pero la información que se nos es dada es errónea? ¿De quién es la culpa? Si hiciéramos un estudio detallado, encontraríamos a varios posibles culpables, o mejor dicho a una cadena de culpables, que hacen que el error de transfiera del uno al otro alterando por completo las informaciones, y por ende nuestro conocimiento. Me atrevo a mencionar que entre esos culpables tenemos a los medios de comunicación, pues de ellos depende el manejo de la información, son los encargados de mantener actualizado el conocimiento de la población. Entonces, cuando estos medios fallan, nuestra seguridad intelectual quedará dependiendo únicamente de los libros, puesto que ellos simbolizan el ayer, el presente, y un posible futuro.
“…cuando leemos libros de épocas remotas, nos topamos con palabras que aún decimos. Se trata de un hilo que viene del ayer y esta entrelazado con el de la historia”.
Esta breve cita de Rafael Cadenas, nos abre la mente hacia preguntas que quedarán presentes a lo largo de este ensayo, y que más adelante tendrán argumentos para ser respondidas, siendo estas las siguientes, ¿Qué tan importante es la lengua para la sociedad? ¿Qué relación existe entre la lengua y su estado con los medios de comunicación? ¿Qué tan significativa puede ser, si ha perdurado durante tantos años y es tan antigua como el hombre?
La lengua es más que una forma de expresión, es nuestra mejor aliada. Aliada para comunicarnos de forma correcta, pero también para el progreso, progreso que parte de un individuo y termina involucrando a toda una sociedad.
El ser humano es un ser gregario, debe vivir en sociedad, es decir, no puede vivir aislado. Aislarse significaría quedar en el olvido, desaparecer y en consecuencia morir. Ahora bien, vivir en sociedad lleva sus reglas y parámetros, debe haber ante todo una buena comunicación. Pero para que ésta se lleve a cabo debemos contar con la presencia de una lengua. Aquí encontramos nuestra primera razón que afirma la importancia de ésta.
¿Qué ocurre cuando no hacemos uso adecuado de la lengua? De seguro se generarían graves dificultades en la sociedad.
La lengua y el hombre están tan vinculados, que se puede llegar a decir que muchos de los problemas que éste posee nacen a partir de la pobreza de su lenguaje. La razón del porqué esto se origina recae en que cuando un individuo da la espalda a la lengua y al aprendizaje de la misma, surgen cambios que van desde su interior hasta llegar al exterior, es decir, el hablar y el pensar son dos elementos que están asociados, lo que el hombre lleve en su pensamiento, lo más probable es que sea lo que exprese, y al tener un lenguaje pobre, tendrá también un pensamiento pobre, un habla pobre y por ende su mundo se reducirá a una diminuta consistencia de palabras que empleará para nombrar las pocas cosas que conoce del mundo, de esta forma es como se va haciendo cada vez más pequeño nuestro mundo, entonces podemos hacernos la pregunta como la haría Arturo Uslar Pietri ¿Qué tan grande es tu mundo?
Parece ser que el objeto de análisis de este ensayo se vuelve cada vez más profundo, pero será poco a poco que lo abarquemos y lleguemos a dar respuestas a través de un razonamiento reflexivo de todas las interrogantes con las que nos topemos.
La psicología nos dice que dependiendo de la edad que tengamos, nuestras facultades para captar una información determinada, analizar un problema, hasta aprender una lengua, pueden variar. Los niños, por ejemplo se encuentran en una etapa donde son sensibles ante cualquier información que provenga del mundo externo.
Los mensajes transmitidos por los medios de comunicación causan un impacto en ellos, toda información la interiorizan de forma inconsciente, la aceptan como correctas o válidas, y éstas terminan siendo parte de su formación.
A partir de esto nace un interrogante que puede terminar siendo la base de nuestro problema ¿estarán siendo adecuadas las informaciones, los mensajes y conceptos trasmitidos por los medios de comunicación a cada uno de estos niños venezolanos?
Si nos lo preguntamos de esta forma quizás podría notarse aún más el problema ¿Qué tan peligroso puede ser deformar el intelecto de los niños, quienes serán los herederos del futuro de la nación?
Los medios de comunicación en Venezuela han perdido el interés por el enriquecimiento de la lengua. Esto en primer momento no parece cosa grave, pero una vez que el problema es arrastrado a través de muchos años es muy probable que nos lleguemos a topar con una dificultad mucho mayor mas adelante.
¿Qué tan importante puede ser la veracidad de la información? Si un periodista intenta cambiar la realidad y de esta forma persuadir a la población, se puede decir entonces que se vive en un mundo virtual inmerso dentro de la propia realidad.
La veracidad es un término que va de la mano con la objetividad, y que juntas conforman la ética del periodista, al fallar una es muy probable que con la segunda también suceda lo mismo. La veracidad consiste en una condición de hacer uso, decir o profesar la verdad y la objetividad es la cualidad de lo objetivo, de tal forma que es perteneciente o relativo al objeto en sí mismo, con independencia de la propia manera de pensar, de sentir, o de las condiciones de observación.
Hoy en día, los medios en general están completamente parcializados, refiriéndonos al ámbito político, por ejemplo, los periodistas son clasificados como opositores y oficialistas.2
¿Dónde quedaron los derechos humanos?, aquellos que defienden la integridad de una nación, comenzando por la de los niños. ¿Esto no puede ser considerado una violación a los derechos humanos?
Que un periodista cometa un error como este, sería algo similar a cuando un maestro lo hace, puesto que ambos trabajan de forma masiva, y al equivocarse su error se estaría multiplicando. Si un periodista falsifica una información e intenta hacerla pasar como cierta, un gran número de ciudadanos tomarán eso como su realidad.
Es difícil vivir en una situación de este tipo, puesto que en el constante bombardeo de informaciones contradictorias nos preguntamos ¿Quiénes dirán la verdad? ¿Cuál de ellos nos estará engañando? ¿En quién creer?
Al parecer los medios de comunicación están decididos a continuar por este camino, sabiendo que el mismo puede llevar a una completa destrucción de nuestra lengua, haciendo que desaparezca. Si encendemos nuestra televisión o sintonizamos una emisora de radio podremos notar esto que acaba de ser mencionado en el anterior párrafo, así como también observaremos el uso excesivo de palabras y frases coloquiales, que hacen que la población se acostumbre a ellas y deje a un lado aquellas que nos ayudan a ampliar nuestro léxico. Los mismos dejan a un lado el uso de sinónimos, no hacen más que ser reiterativos y hasta hacer uso de los diversos vicios del lenguaje. En general coincido con la forma como lo escribió Rafael Cadenas:
“El numero de palabras que usa es escaso, está lejos de un nivel aceptable y en los casos extremos apenas rebasa los límites del español básico; por lo general, no lee ni redacta bien”.
Todo esto es el resultado de tantos años en la que ha estado en declive la lengua, si el problema continúa así podríamos imaginarnos el estado en la que la encontraremos de aquí a algunos años.
Preservar y cultivar la lengua es muy importante, significa cuidarnos a nosotros mismos, contribuir al progreso, elevar nuestra sabiduría, significa cuidar nuestro pensamiento así como también nuestros actos.
Todo profesional de la comunicación social debe comprender mejor que cualquier otro que la lengua es parte de nuestra cultura y debe ser tanto estudiada, como respetada. Los medios de comunicación deben darle el uso merecido, a través de la transmisión de informaciones y mensajes veraces y objetivos, para así servir como es debido a la humanidad.
Debemos fomentar el amaestramiento de la lengua, considerar esto tan importante como la necesidad de alimentarnos, puesto que al mantener una mente y un pensamiento en buen estado, es mantenernos sanos. No dejemos que la sociedad se convierta en seres alienados que dejan de comprender su esencia, y el trabajo que les compete para servir a la sociedad, para convertirse ellos y su entorno en algo completamente falso.
Nuestra seguridad intelectual corre peligro, y debemos ser lo suficientemente inteligentes para no dejarnos influenciar por esto, puesto que la verdadera inteligencia consiste en utilizar el conocimiento para el bien común, y entender esto como un grave problema y buscar medidas para solucionarlo es hacer el bien común, es decir ser suficientemente inteligentes.
"La naturaleza es triste porque es muda. Es el canto de los pájaros y la lengua de los hombres, ese residuo de la creación, lo que le extrae vida y le da júbilo”. Escribe Walter Benjamín.
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